In memoriam: María Eugenia Gajardo (1952-2021)
Fuente: eugenia-gajardo.com
El jueves 4 de marzo, María Eugenia Gajardo Olivera, residente toda una vida en Singapur, dejó esta tierra para iniciar un nuevo viaje, legando una historia viva de amistad. Cuando se conmemoraron 40 años de relaciones diplomáticas Chile-Singapur, en 2019, Eugenia reveló que ella fue una suerte de ancla en estas lejanas y desconocidas tierras para los emisarios chilenos que debían llegar y encauzar el proceso diplomático, hacia 1979. De hecho, merece el título de la chilena que ha vivido más tiempo en Singapur, una testigo de la transformación de la Ciudad-Estado y una parte de las conexiones entre ambos países. Consistentemente, ella solía definirse como una "chilepurense". Así lo describió en el libro conmemorativo "Conexiones Inesperadas", cuyo diseño de arte se nutrió de su obra pictórica.
"Mi país de nacimiento, Chile, sentó las bases de quién soy, me dio los valores y un profundo sentido de pertenencia. Mi país adoptivo, mi patria de crecimiento, Singapur, arraigó esos valores [...] y me llevó en un viaje desafiante y enriquecedor [...] Me convertí en parte de la comunidad, contribuyendo a través del compromiso social y de las artes. Hace cuarenta y cuatro años llegué aquí y fui el punto de contacto cuando el primer representante diplomático chileno llegó a este país, [entonces] me volví a contactar con mi lengua. Fue como recuperar una parte de mi origen, mi vía materna y el alma de mi identidad vernacular" (VV.AA., "Conexiones Inesperadas", Embajada de Chile en Singapur, 2019).
Siempre entusiasta colaboradora de la Embajada, echó profundas raíces en Singapur y nunca dejó de aprender y formarse en variadas disciplinas y artes. Una lista no exhaustiva de sus saberes la califican como consejera psicoemocional, artista, fisioterapeuta, profesora de yoga y coach de psicología positiva. Hacia el final, Eugenia ha iniciado este viaje trascendental hacia la muerte, sin tabúes y sin complejos, con la sabiduría y el tesón que forjó durante su vida. Y nunca fue un viaje en soledad, sino en comunidad, tal como su vida, un viaje festivo que supone un paso hacia otro estadio. Nos quedamos con María Eugenia y ella continua su viaje eterno. Como escribió: "ustedes siempre estarán en mi corazón, y serán parte integral de mí hasta el final". En memoria.