Música y artes visuales de Chile
Música
La música folclórica de Chile se caracteriza por la mezcla de sonidos tradicionales indígenas con aquellos traídos desde España. La cueca, danza nacional desde 1979,418 es un buen ejemplo de ello: tiene características propias dependiendo de la zona del país en que se representa.
El folclore más tradicional ha sido ejecutado a través del tiempo por diversos artistas y conjuntos, como Margot Loyola, Nicanor Molinare y Los Huasos Quincheros. Desde principios de los años 1960, con el llamado Neofolklore, y sobre todo durante los años 1970, con la llamada Nueva Canción Chilena, se produjo un resurgimiento de la música de raíz folclórica, con artistas que investigaron los orígenes musicales del país y compusieron e interpretaron sus propios temas inspirados en estas investigaciones.
En este ámbito, sobresale el Festival Internacional de la Canción de Viña del Mar, que se ha llevado a cabo desde 1960, considerado el mayor y más conocido certamen musical de América Latina y el principal del continente americano.
Artes visuales:
Los inicios de la pintura chilena se encuentran en los objetos rituales y las telas de los pueblos indígenas, particularmente aquellos de los pueblos atacameño, diaguita y mapuche.
Un hito en la historia pictórica de Chile fue la creación en 1849 de la Academia de Pintura, donde se formaron los cuatro «grandes maestros de la pintura chilena»: Juan Francisco González, Pedro Lira, Alberto Valenzuela Llanos y Alfredo Valenzuela Puelma.
Entre los artistas contemporáneos chilenos más reconocidos, tanto en Chile como en el extranjero, están el considerado "último surrealista" Roberto Matta y el hiperrealista Claudio Bravo, el más destacado de los últimos años.
A mitad del siglo XX, se llevaron a cabo variadas experiencias visuales y surgieron autores como Roberto Matta y Claudio Bravo que incursionaron en el surrealismo y el hiperrealismo, respectivamente. La época contemporánea está marcada por la entrada de la pintura autónoma llevada a cabo por artistas independientes sin establecerse una tendencia pronunciada hacia el arte abstracto o el figurativo.
La Academia de Pintura
La Academia de Pintura fue el primer instituto chileno en impartir la enseñanza profesional del arte en Chile, creada en Santiago en 1849 para el fomento de las Bellas Artes.
La Academia dio al país sus primeros artistas nacionales y fue el inicio para destacados pintores chilenos, entre los que se cuentan los cuatro grandes maestros de la pintura chilena, los seguidores de Pedro Lira y Antonio Smith y "la generación del 13". Sus primeros Directores fueron el napolitano Alejandro Cicarelli, el alemán Ernesto Kirchbach, el florentino Juan Mochi, Cosme San Martín (el primer chileno en asumir la dirección) y el escultor Virginio Arias.