Relaciones Bilaterales Chile - Australia
Las relaciones diplomáticas con Australia se establecieron el 27 de diciembre de 1945 en el marco de la Conferencia de San Francisco.
En una primera etapa éstas no tuvieron mayor intensidad debido a factores como la distancia geográfica, diferentes prioridades estratégicas y la similitud de los sectores productivos. Sin embargo, la globalización, la inmigración chilena (43.000 personas incluyendo la tercera generación), y la creciente inversión australiana en nuestro territorio, marcaron un punto de inflexión en las mismas, generando una especial sinergía en distintas áreas, lo que hoy nos permite hablar de un óptimo nivel de interacción.
Como resultado de la visita de Estado que efectuó el Presidente Ricardo Lagos, en el mes de julio del año 2005, se establecieron las bases para un nuevo enfoque de la agenda bilateral, que se refiere a como Chile y Australia, en su calidad de países "like minded", deberían enfrentar a futuro los desafíos globales y aquellos correspondientes a la región Asia-Pacífico.
Tan pronto iniciado el gobierno de la Presidenta Michelle Bachellet, se resolvió promover una relación multidimensional, combinando las fortalezas de ambos países. Punto central de esta acción lo constituyó la puesta en agenda de la negociación de un Tratado de Libre Comercio, y la identificación de áreas relevantes para ambas partes, tales como, minería, agroindustria, vinicultura, educación e innovación.
En julio del año 2008 los Ministros de Relaciones Exteriores de Chile y de Australia firmaron un Acuerdo de Libre Comercio, instrumento amplio y de última generación, que entrará en vigencia en enero del 2009.
En dicha oportunidad, se suscribieron asimismo tres Acuerdos de Educación que permitirán la incorporación de casi 1000 estudiantes chilenos a las universidades e institutos técnicos australianos, a contar de enero del 2009.
Esta nueva dinámica en la vinculación bilateral ha permitido generar una amplia red de acuerdos que involucran a entidades gubernamentales, empresariales, académicas y centros de investigación, cuya finalidad es consolidar un fluido intercambio de personas, bienes, servicios, inversiones y conocimientos, así como la generación de joint ventures.
En dicho contexto, cabe destacar los notables avances registrados en el sector minería, con inversiones australianas en nuestro país que superan los A$ 3 billones. Por su parte, las inversiones chilenas se aproximan a los US$ 800 millones. La creación de un cluster (red de empresas) nacional, destinado a desarrollar un sector proveedor de productos y servicios para la industria minera, sustentable y competitiva internacionalmente, constituye una alta prioridad. Asimismo, destaca la responsabilidad social asumida por las empresas mineras australianas en Chile, al ofrecer toda su colaboración al sector educación, capacitando en nuestro país y Australia a profesores de inglés y a estudiantes de carreras técnicas vinculadas con sus actividades.
Pasos significativos se han dado también en los terrenos de innovación, agroindustria, vitivinícola y energía, donde la interacción con los distintos Estados australianos ha resultado esencial.
En nuestra calidad de países "like minded", la comunidad de intereses nos ha permitido concertarnos en un significativo número de temas en el marco de la ONU, OMC, APEC, Grupo Cairns, Grupo Valdivia, Organización de Pesca del Pacífico Sur y Sistema Antártico.
En síntesis, la sintonía existente entre ambos países permite visualizar un óptimo escenario futuro en la relación bilateral.