Grupo Salvadoreño de Amistad con la Paz en Colombia se reúne con Canciller Hugo Martínez
Este día el Ministro de Relaciones Exteriores de El Salvador, Hugo Martínez, se reunió con el Grupo Salvadoreño de Amistad con la Paz en Colombia, que sesiona de manera periódica y trabaja actualmente en conversatorios temáticos sobre aspectos de la etapa del posconflicto salvadoreño. Los debates serán sistematizados y puestos a disposición de las autoridades, como un aporte al proceso de construcción de la paz en Colombia.
En la reunión participaron los excancilleres, Óscar Santa María, Fidel Chávez Mena, Héctor Dada y los negociadores y firmantes del Acuerdo de Chapultepec: Ana Guadalupe Martínez, Eduardo Sancho, Roberto Cañas y la diputada Nidia Díaz; además del periodista Walter Raudales. También estuvo presente el embajador de Colombia, Julio Aníbal Riaño.
Este encuentro tuvo por objeto dar a conocer el interés del gobierno salvadoreño por ampliar el acompañamiento que actualmente realiza al proceso de paz colombiano y recoger las propuestas generadas por este Grupo de Amigos -conformado por la Embajada de Chile-, lo que sin duda constituye un respaldo a la labor realizada y a la iniciativa del gobierno de Chile.
El Salvador es un referente obligado en la región como experiencia exitosa de negociación de un acuerdo de paz. Existe además, una significativa relación con Colombia, país que apoyó el proceso de negociación y de verificación en El Salvador.
La embajadora de Chile, María Inés Ruz, tuvo la oportunidad de dar a conocer el interés del gobierno chileno por respaldar el proceso de paz para Colombia. Destacó la iniciativa impulsada por Chile al crear un total de ocho grupos similares de apoyo a la paz, dinámica que ha logrado prosperar y que servirá de base a una red latinoamericana para acompañar el período de construcción de la paz que se inicia una vez firmados los acuerdos definitivos, que se espera ocurra en el más breve plazo.
En las distintas intervenciones hubo consenso en que el posconflicto en Colombia será mucho más complejo que el proceso salvadoreño. Se consideró que en este período se requiere un fuerte y contundente apoyo internacional, que impacte en la opinión pública colombiana y que de confianza respecto a la voluntad de paz de las partes involucradas.
