Ofrenda Floral en la Plaza República de Chile
Al Cumplirse 204 años de vida independiente, me complace rendir honores a los héroes nacionales, en esta plaza que simboliza los valores de la República y del patrimonio cultural de nuestro país. Los nombres de Bernardo O¨Higgins, Arturo Prat, Gabriela Mistral, Pablo Neruda y Vicente Huidobro, se mezclan hoy en un mismo acervo cultural democrático y republicano.
El 18 de septiembre de 1810, marca el inicio en Chile, de la lucha por la liberación de la tutela colonial, una gesta que se inscribe en el movimiento revolucionario que se expandió por el sur, centro y norte de nuestro continente, hasta avanzadas décadas del siglo diecinueve.
Los ecos de esas contiendas resuenan hoy con similar energía en nuestros idearios nacionales, cuándo nos disponemos a enfrentar otras batallas, no menos difíciles ni heroicas, pero cotidianas: luchamos ahora por heredar a las nuevas generaciones, una vida mejor; un continente de paz y seguridad, dónde la libertad, la justicia y la igualdad sean el común denominador de sus ciudadanas y ciudadanos.
Es en este contexto de gobernabilidad democrática, que hoy también rendimos homenaje a las Glorias del Ejército. Nuestro país cuenta hoy con instituciones militares que son herramienta principal para el desarrollo de las políticas públicas de la defensa.
Sus capacidades profesionales y el acceso a equipamientos de alto nivel tecnológico, las sitúan a la altura de cumplir los nuevos desafíos y responsabilidades que Chile asume ante la comunidad internacional.
El desarrollo de medidas de confianza mutua con las Fuerzas Armadas de los países vecinos y la cooperación con las instituciones armadas de la región, dan consistencia a los principios de nuestra política exterior, basados en la búsqueda de solución pacífica de las diferencias, y con apego al derecho internacional.
Así, el desminado de las fronteras, al sur y al norte el país; la actuación en casos de desastres naturales y catástrofes humanitarias, y la participación en Misiones de Paz bajo el Mandato del Consejo de Seguridad, son los nuevos roles que asumen soldados chilenos. En la actualidad estas misiones constituyen también un espacio de cooperación entre las Fuerzas Armadas de Chile y El Salvador, como lo muestra la participación de 32 militares salvadoreños en el Batallón Chile desplegado en Cabo Haitiano, como parte de la Misión de Naciones Unidas para Haití.
La cooperación entre militares de Chile y de El Salvador data de finales del Siglo diecinueve y principios del veinte. Historiadores dan cuenta que a partir de 1902, con el objetivo de reorganizar el Ejército, llegaron varias misiones desde nuestro país. Entre ellas, el dos veces presidente Carlos Ibáñez del Campo, quien ganó el reconocimiento de este país, por su relevante participación en la batalla de Platanar.
En tanto, desde 1950 a 1957, El Salvador recibió misiones que apoyaron la introducción del Servicio Militar Obligatorio y refundaron la Academia del Estado Mayor. Sabemos que algunos oficiales se quedaron en estas tierras y alcanzaron los más altos grados en el Ejército salvadoreño. En la actualidad nuevas generaciones de Altos Mandos acompañan los procesos de modernización de las Fuerzas Armadas de El Salvador.
Al concluir este homenaje, quiero recordar también a un grupo poco conocido, cercano a 20 jóvenes chilenos, que en los años 80, aquí en El Salvador, sellaron con su vida la esperanza en un mundo mejor. Ellos también forman parte de nuestra historia democrática y republicana.
Muchas Gracias.