La corrupción tiene el potencial de obstaculizar el crecimiento y el desarrollo, destaca la OCDE en un nuevo reporte

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1 de abril de 2015

La relación negativa entre la corrupción y el crecimiento económico y desarrollo, ha sido destacada por el G-20 a partir de 2010. Sin embargo, la lucha contra la corrupción está siendo considerada como un elemento de la agenda de política económica internacional hace relativamente poco tiempo.

En este contexto, la OCDE publicó en marzo de 2015 el informe Consequences of Corruption at the Sector Level and Implications for Economic Growth and Development (Consecuencias de la Corrupción a nivel sectorial y las implicancias para el Crecimiento y el Desarrollo),  elaborado en cooperación con el Banco Mundial, para alimentar la reflexión del G-20 en su programa mundial contra la corrupción.

El informe analiza el impacto de la corrupción sobre cuatro sectores esenciales para el crecimiento y el desarrollo, pero particularmente vulnerables a la corrupción: industrias extractivas, los servicios públicos y la infraestructura, la salud y la educación.

Para cada uno de estos sectores, el estudio analiza cómo la corrupción distorsiona el desempeño del sector y las consecuencias de estas distorsiones de la sociedad en general. Además, se identifican lecciones macro, recomendaciones de política general y recomendaciones específicas para cada sector en el diseño de las estrategias de lucha contra la corrupción para promover el crecimiento.

Algunas de las lecciones aprendidas son que a pesar de que el impacto de la corrupción sigue siendo difícil de cuantificar y un análisis de la corrupción en un contexto más amplio aún es necesario, es evidente que la corrupción tiene un efecto directo en el costo de un proyecto, tanto para los sectores privado y público, así como efectos indirectos, como el daño en las instituciones públicas, el menoscabo de la confianza de los ciudadanos en sus gobiernos y el aumento de la desigualdad social.

Por lo tanto, las recomendaciones destacan la necesidad de que los países establezcan dentro de sus prioridades medidas de anticorrupción en forma explícita como una parte de su programa de crecimiento y desarrollo.

Algunas recomendaciones para cada uno de los cuatro sectores cubiertos por el informe son las siguientes.

Servicios públicos e infraestructura

  • La lucha contra la corrupción en esta área debe dirigirse a los procesos de compra pública, pero no sólo en la fase de licitación, sino a través de la totalidad proceso de adquisición. En las primeras fases, una identificación rigurosa del proyecto y del sistema de evaluación son fundamentales para reducir el riesgo de corrupción a gran escala.
  • Como la corrupción en el sector tiende a involucrar a las autoridades de toma de decisiones en varios niveles, las respuestas contra la corrupción se beneficiarían significativamente de un fortalecimiento de los sistemas formales de responsabilidad en todos los ámbitos, incluso a nivel sub-nacional.
  • Los países podrían considerar utilizar controles de calidad independientes para las construcciones (por ejemplo, grupo de expertos internacionales) y proyectos realizados en marco de préstamos.

Industrias extractivas

  • Todas las áreas de la participación del gobierno - el diseño de políticas, la concesión de licencias, regulación, ejecución, la participación comercial, administración tributaria, y la gestión y el gasto de los ingresos - presentan riesgos de corrupción importantes en este sector.
  • La corrupción política es un reto importante en la lucha contra la corrupción en las industrias extractivas, que también trae consecuencias más graves.
  • Una mayor transparencia debe ser una piedra angular de la lucha contra la corrupción en la industria extractiva. Esto debe incluir divulgación de información financiera para las empresas involucradas en la cadena de valor extractiva, incluida la transparencia de la propiedad efectiva y de los flujos financieros.
  • La capacidad de las agencias de control y auditoras así como mecanismos de rendición de cuentas en los países productores es fundamental para hacer frente a las prácticas corruptas en extractiva industrias y mejorar la detección de las actividades corruptas. Algunas buenas prácticas en esta área son el nombramiento de asesores de transacciones especiales de contratos de alto valor o la designación de oficiales de cumplimiento especiales u observadores de tales transacciones.

Salud

  • Estrategias contra la corrupción en el sector salud podrían apoyar la creación de oficinas ciudadanas de defensa del ciudadano, defensor del pueblo, y mecanismos de resolución de quejas, incluido el fortalecimiento de la participación de la sociedad civil en estas funciones.

Educación

  • Las iniciativas en el sector de la educación deben abordar las prácticas corruptas que surgen durante el proceso de toma de decisiones de política (política general y orientaciones a largo plazo), de gestión y operativas (que puede definirse como decisiones diarias comunes, limitada en ámbito de aplicación).Las decisiones de política se ven afectadas por la corrupción de diferentes maneras, incluyendo la asignación de recursos a determinadas escuelas u obras de construcción, la asignación de posiciones importantes, y la regulación del sector en general. Las decisiones de gestión pueden verse afectadas por la corrupción mediante el cobre derechos especiales por exámenes o admisiones, el favoritismo y el nepotismo en la contratación de profesores. Por último, ejemplos de corrupción en las decisiones operativas suelen incluir el inflar las cifras de matrícula con el objeto de aumentar los recursos para la escuela, la contratación de profesores sobre la base de credenciales y diplomas falsos, maestros que no enseñan todo el plan de estudios imponer clases particulares pagadas, deducciones no autorizadas de los sueldos de los maestros y el soborno a las agencias de acreditación para obtener una licencia.
  • El seguimiento de los gastos es particularmente útil en este sector para detectar y combatir la corrupción y mecanismos adecuados debieran instalarse como las encuestas de seguimiento del gasto público y las encuestas cuantitativas de servicio prestado.

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