Lanzamiento del reporte "Alineación de Políticas para la Transición a una Economía Baja en Carbono"
El reporte Alineación de Políticas para la Transición a una Economía Baja en Carbono (Aligning Policies for a Transition to a low carbon economy - APT) es un trabajo conjunto de la OCDE con las agencias internacionales de Energía, Transporte y Energía Nuclear, que fue presentado en la reunión del Consejo de la OCDE a nivel Ministerial celebrada en junio pasado.
De acuerdo a la ciencia (IPCC, 2014), para lograr estabilizar la temperatura media del planeta en no más de 2oC por encima del promedio de la era preindustrial (acuerdo de Copenhague, 2009), se requiere reducir significativamente las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) en las próximas décadas y eliminarlas por completo a fines de siglo. Como la economía mundial descansa en la disponibilidad de combustibles fósiles (petróleo, gas natural y carbón) para la generación de electricidad, el transporte y los procesos industriales (más del 81%, AIE, 2014), la magnitud de la transformación energética requerida no tiene precedentes en la historia de la era moderna.
Hasta ahora, los gobiernos han realizado esfuerzos de mitigación del cambio climático en forma incremental y sectorial. No ha habido esfuerzos por reducir las emisiones de GEI que consideren el conjunto de todas las actividades económicas y sus interacciones mutuas y que sean transformacionales de las mismas. Para lograr los objetivos de estabilización del clima será necesario no solo abordar las políticas de mitigación desde una perspectiva holística, sino también velar porque los esfuerzos de un sector no tengan efectos perniciosos para los objetivos de reducción de emisiones en otro.
El trabajo de la OCDE sobre APT se basa en el mandato de la reunión Ministerial de 2014 e identifica problemas de alineamiento de políticas en cuatro áreas principales de la economía (Inversión y finanzas; impuestos; innovación; comercio internacional) y en tres sectores (sector eléctrico; movilidad urbana; uso sustentable del suelo). Muestra cómo políticas bien intencionadas para objetivos sectoriales específicos tienen efectos contrarios a las metas de mitigación del cambio climático y sugiere vías de solución. Por ejemplo, estudia el vínculo entre los impuestos a la tenencia de tierra y a las construcciones, con la expansión urbana, el aumento de los viajes motorizados y las emisiones consecuentes. O bien, deja de manifiesto la falta de coherencia entre una política de promoción de energías renovables mientras se mantienen subsidios importantes para la producción y/o el consumo de combustibles fósiles o no se establecen incentivos económicos en los sistemas eléctricos que permitan remunerar adecuadamente las energías más limpias, considerando sus costos de inversión mayores y sus costos de operación y mantención relativamente bajos, comparados con tecnologías de generación convencionales.
El análisis muestra la necesidad de abordar la perspectiva del cambio climático desde una mirada global y de conjunto a nivel de políticas públicas, ya que la lógica puramente sectorial no será suficiente para llevar a cabo las transformaciones requeridas para la estabilización del clima.
Adicionalmente, llama a establecer una mirada nueva en la elaboración de políticas públicas en general, al poner como elemento de diseño obligatorio las políticas de mitigación del cambio climático.
Para más información ver aquí