Reporte de la OCDE sobre Estudiantes Migrantes en la Escuela
Debido a la actual crisis migratoria y el impacto que la respuesta del sistema educativo a la migración tiene en la economía y el bienestar social, la Secretaría de la OCDE publicó un estudio denominado Estudiantes Migrantes en la Escuela: Facilitando el Camino a la Integración en diciembre de 2015. El estudio revela las dificultades enfrentadas por los estudiantes migrantes y algunas de sus contribuciones. Los resultados del Programa Internacional para la Evaluación de Estudiantes (PISA por sus siglas en inglés) en 2012 indican que los estudiantes migrantes de primera generación se desempeñan peor que los nacionales, y que los índices de los de segunda generación se encuentran entre medio. Dentro de los factores asociados a esta disparidad se encuentra la concentración de desventajas en las escuelas a las que los migrantes tienden a asistir, barreras del lenguaje y algunas políticas educativas.
Los resultados PISA demuestran que la concentración de migrantes en una misma escuela no es tan determinante en el desempeño de los estudiantes como las desventajas socioeconómicas. El promedio de la OCDE de la diferencia en el rendimiento en matemáticas de estudiantes que asisten a escuelas con 25% o más de población migrante y escuelas sin estudiantes migrantes es de 18 puntos, sin embargo, cuando se normaliza por estatus socioeconómico la diferencia se reduce a 5 puntos.
El tema del idioma también resulta determinante en los resultados, con un promedio de 64% y 41% de estudiantes migrantes de primera y segunda generación respectivamente que utilizan un idioma diferente en sus casas que en el cual toman el PISA. La gran diferencia en los resultados del examen de lectura de estudiantes migrantes y nacionales se ve reducida sustancialmente cuando se toma en cuenta el idioma usado en casa.
A pesar que PISA ha demostrado consistentemente que asistir a escuela pre-escolar por más de un año mejora el desempeño de los estudiantes de 15 años, los más desfavorecidos son los que menos probablemente asistan. En promedio para los estudiantes migrantes existe un 20% menos de probabilidad que asistir a educación pre-escolar.
Algunas políticas escolares, como repetición de grados y tracking, también afectan el progreso de los estudiantes migrantes. Por ejemplo, en promedio en los países OCDE los estudiantes migrantes son 3.4 veces más propensos a repetir grados y es 44 puntos más a que estén en un programa vocacional, lo que afecta sus capacidades académicas y posible futuro profesional.
El estudio analiza no solo los logros académicos, sino que toma también en cuenta la integración social. El reporte revisa las aspiraciones de los estudiantes y su sentimiento de pertenencia, así como las tendencias en Europa de receptividad de migrantes en sus países. Tiene adicionalmente una sección especial sobre refugiados y educación, y una revisión extensiva de políticas públicas en respuesta a la migración.
Al respecto, a pesar que 4% de los directores de escuelas en los países OCDE reportaron que la diversidad étnica no constituía un obstáculo para el aprendizaje, muchos profesores reportaron en el OCDE Teaching and Learning International Survey 2013 (TALIS por sus siglas en inglés) no estar preparados para enseñar en un ambiente multicultural. Las proporciones son sorprendentemente amplias en los países latinoamericanos y europeos que recibieron un alto influjo de diversidad cultural y lingüística en sus escuelas. El hecho que los estudiantes migrantes se desempeñen mejor y reporten tener un mayor sentido de pertenencia en unos países que en otros, sugiere que las políticas educativas impactan la integración, por lo que hay mucho que aprender de los ejemplos en el campo.
A pesar de los obstáculos, los estudiantes migrantes tienen altas aspiraciones. Dentro de los países que participaron en el PISA 2006, en 14 países los estudiantes migrantes tenían mayores probabilidades de trabajar como profesionales o gerentes a los 30 años, y en 26 países las expectativas profesionales similares a los nacionales. Adicionalmente, a pesar de enfrentar barreras sociales y culturales, los datos PISA demuestran que el porcentaje de estudiantes de bajo estatus socioeconómico que muestran buen rendimiento es mayor en los migrantes que en los nacionales. Estos estudiantes que logran superar las desventajas de su estatus socioeconómico y migratorio, tienen un potencial excepcional para contribuir al país receptor.
En cuanto a Chile, resalta el hecho que tiene menos de un 4% de estudiantes migrantes, mientras que el promedio de la OCDE es casi 10% y países como Luxemburgo, Suiza y Australia superan el 25%. El estudio se hace mención que los países latinoamericanos, entre ellos Chile, son en los que los profesores muestran mayor necesidad de entrenamiento a los fines de educar en un aula multicultural. Adicionalmente, Chile es el país que, aún cuando la elección de programa especial de educación secundaria es a una relativamente tardía edad, los estudiantes migrantes tienen la mayor propensión a unirse a programas vocacionales.
Dentro de las soluciones propuestas por el reporte para mejorar la calidad educativa de los sistemas de los países se encuentran:
Políticas de respuesta inmediata:
- Soporte permanente en el aprendizaje del idioma, incluyendo en salones regulares;
- Promover la educación pre-escolar para los hijos de migrantes, y
- Mejorar la capacidad de la escuelas que reciben migrantes.
Políticas de mediano plazo y alto impacto:
- Evitar la concentración de estudiantes con antecedentes migratorios en escuelas desfavorecidas;
- Evitar la agrupación de estudiantes por capacidades, tracking y la repetición de grados, y
- Proveer de apoyo y guía adicional a padres migrantes.
Respuestas para reforzar la integración
- Apoyar la innovación y experimentación, evaluando los resultados y alcance objetivos;
- Demostrar el valor de la diversidad cultural, y
- Monitorear el progreso.
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