Exhibición película “Mi Mejor Enemigo” en República Dominicana en el marco del 40º aniversario del Tratado de Paz y Amistad entre Chile y Argentina
En un evento coorganizado con la Embajada de la República Argentina en República Dominicana, la embajada de Chile en este país celebró el 40° Aniversario del Tratado de Paz y Amistad, suscrito entre ambos países el 29 de noviembre de 1984, con la exhibición de la película “Mi Mejor Enemigo”.
La actividad, que se realizó en la Facultad de las Artes de la Universidad Autónoma de Santo Domingo, contó con la presencia de autoridades locales, cuerpo diplomático, académicos, estudiantes y residentes argentinos y chilenos y tuvo como objetivo rendir homenaje a un hito histórico de la relación entre ambos países, marcado por el éxito de la diplomacia como mecanismo de solución de conflictos, en la búsqueda de la paz y la amistad entre dos países hermanos que comparten una de las fronteras más extensas del mundo.
Previo a la proyección de la película, la decana de la Facultad de Artes de la UASD, Sra. Arelis Subero, dio unas palabras de bienvenida quien destacó la importancia de las soluciones pacíficas en el contexto mundial actual.
El embajador de Chile en República Dominicana, Axel Cabrera, así como la la embajadora de Argentina en RD, Sandra Winkler, concordaron que el Tratado de Paz y Amistad es un acuerdo fructífero sin el cual la relación estratégica argentino-chilena no hubiera sido posible y que gracias a éste los países cuentan con un marco jurídico robusto, con una amplia agenda bilateral en diversos aspectos tanto políticos, económicos, energéticos, mineros, seguridad, fronterizos, cooperación, entre otros.
El Nuncio Apostólico en República Dominicana, monseñor Piergiorgio Bertoldi, también compartió unas palabras con los asistentes, refiriéndose a la mediación del Sumo Pontífice Juan Pablo II, a través de la misión encomendada al Cardenal Antonio Samoré en aras de lograr la paz. Destacó el rol central de la Iglesia Católica como articuladora de un diálogo entre países hermanos para alcanzar un acuerdo y construir el arte de la paz.
Posteriormente, se invitó a los asistentes a un vino de honor, donde se brindó con las cepas emblemáticas de cada país, Malbec argentino y Carmenere chileno, joyas de la vitivinicultura de ambas naciones.