Relaciones Bilaterales
Antecedentes
Las relaciones diplomáticas se inician en 1976, con el nombramiento de un Cónsul General. En 1981, se designó al primer Embajador de nuestro país, cargo que se encomendó a un General de Ejército. Durante el resto de la década de los 80, otros dos militares en retiro fueron acreditados para encabezar nuestra representación diplomática. En esa época, la cooperación de tipo castrense se constituyó en el elemento prioritario de la relación bilateral. Ambos países sufrían, en mayor o menor grado, problemas de aislamiento internacional y por esta vía, lograron superar diversas situaciones de emergencia que cada uno debió enfrentar en esos años.
En 1990, durante el gobierno del Presidente Patricio Aylwin, se redujo considerablemente el nivel de la relación. Se mantuvo en Pretoria una Misión a cargo de un Encargado de Negocios a.i., pero en la medida que fue avanzando el proceso político sudafricano se resolvió elevar nuevamente la Misión al rango de Embajador.
Paralelamente, las autoridades sudafricanas designaron en Santiago al Embajador Len Brand, de vasta trayectoria en América del Sur, luego de haber acreditado en los años 80, en forma sucesiva, a tres ex generales de la South African Defense Force.
En este período, se fueron planteando diversas iniciativas de aproximación, tales como la supresión de visas diplomáticas, oficiales y ordinarias; la cooperación en el ámbito de la energía; la búsqueda de entendimientos en el campo nuclear; el acercamiento de los sectores empresariales de ambos países y otras de similar naturaleza.
Normalizadas las relaciones a nivel diplomático, la Embajada de Chile estimó que era oportuno hacer algunas demostraciones que permitiesen reflejar nuestro interés en la relación bilateral. Se expresó entonces la importancia de un diálogo al más alto nivel; en definitiva, se alentaba una invitación para el entonces Presidente, Frederik De Klerk y se sugería reactivar los vínculos en el ámbito castrense.
En medio de tal escenario, un elemento sustantivo vino a cambiar el sentido negativo que se percibía en el desarrollo de la relación bilateral. A principios de 1993, el Presidente Patricio Aylwin formuló una invitación a su colega sudafricano para que visitase Chile, la que fue recibida con gran satisfacción por las autoridades sudafricanas. La misma se concretó en agosto de ese año y el periplo del Presidente sudafricano, además de Chile, incluyó Argentina, Paraguay y Uruguay. El Mandatario sudafricano viajó acompañado por altos funcionarios de su gobierno y un grupo importante de empresarios. La ocasión sirvió no sólo para despejar cualquier interrogante que aún podía existir acerca del nivel de las relaciones bilaterales, sino que además constituyó el punto de partida de una nueva etapa en los vínculos entre ambos países, toda vez que los Mandatarios acordaron emprender una serie de iniciativas de mutuo interés, como la asistencia recíproca en el control del tráfico ilícito de estupefacientes, la cooperación científica y tecnológica en el rubro agropecuario y la suscripción de un Tratado de Extradición. Como consecuencia del viaje entre otros acuerdos, los dos países decidieron suprimir las exigencias de visas de turismo y de negocios.
En adelante, la relación bilateral alcanzó niveles de gran dinamismo, caracterizada por ópticas similares en materias de política internacional, así como una importante presencia del capital sudafricano en nuestra economía. Cabe destacar el protagónico papel desempeñado por Chile en los esfuerzos del nuevo régimen sudafricano por poner término a las profundas divisiones originadas en la época del Apartheid, propósito para el cual Sudáfrica siguió estrechamente la experiencia y modelo adoptado por Chile, creando una Comisión de Verdad y Reconciliación similar a la nuestra.
Los años posteriores, 1995-1999, y una vez que hay una clara manifestación de apoyo de Chile al proceso de transición sudafricano, se intensifican las relaciones en los más diversos ámbitos. En el campo económico, en 1995 Sudáfrica se transforma en el tercer inversionista extranjero en Chile y diversas entidades de los campos empresariales, técnicas y académicas toman contacto y evalúan proyectos de colaboración.
En tal evolución de las relaciones bilaterales, entre el 12 y 13 de noviembre de 1998, el Presidente Eduardo Frei realizó la Primera Visita de Estado de un Mandatario chileno a Sudáfrica. En esa ocasión, se firmó el Acuerdo sobre Promoción y Protección de Inversiones y el Acuerdo en Materia de Cooperación y Asistencia Recíproca en la Prevención del Uso Indebido de la Droga y en la Lucha Contra el Tráfico Ilícito de Estupefacientes y Sustancias Sicotrópicas. Así también, se suscribió un Memorándum de Entendimiento sobre Materias de Interés Común.
Posteriormente, en junio del 2005, realizó una visita oficial a Chile el Presidente Thabo Mbeki, ocasión en la cual se reunió con el Presidente Lagos, pronunció un histórico discurso ante las dos cámaras de parlamento chileno, y visitó al Presidente de la Corte Suprema. Como resultados prácticos de esta visita fue la firma de un Acuerdo de Colaboración entre las Procuradurías nacionales de ambos países; la conclusión del texto de acuerdo para evitar la doble tributación entre Sudáfrica y Chile, y el inicio del estudio de un Acuerdo en Materia de Minería y Energía.
En la Actualidad
Mención especial merece el programa de cooperación vigente entre nuestros países en materia de desarrollo social, superación de la pobreza, y protección familiar, que desarrollan distintas instituciones públicas y privadas chilenas, mediante el cual Sudáfrica ha podido replicar buenas prácticas en estos ámbitos y capacitar a sus funcionarios públicos, nacionales y locales, para el combate a la pobreza.
Asimismo, cabe señalar que con ocasión de la segunda visita que realizara el Presidente Mbeki a Chile, para asistir a la transmisión del mando presidencial el día 11 de marzo de 2006, se fortalecieron aún más los vínculos políticos y económicos entre ambos países, y se organizó un Grupo de Parlamentarios Chilenos Amigos de Sudáfrica, que ha sido replicado en el Parlamento Sudafricano.
Durante 2006 y 2007 se han efectuado más de 20 misiones técnicas de Sudáfrica a Chile, especialmente en el campo de superación de la pobreza, y nuestro país ha organizado en territorio sudafricano dos importantes Seminarios Intergubernamentales, con la asistencia de otros 6 países del sur de África.
Finalmente, debemos destacar que el nuevo impulso que está dando el Gobierno de Chile a sus relaciones con África, ha permitido materializar las concurrencias del Embajador de Chile en Sudáfrica a otros países, como son: Angola, Botswana, Mozambique y Namibia, con los cuales se espera aumentar significativamente nuestras relaciones políticas, culturales y comerciales en los próximos años.
Actualmente se desempeña como Embajador de Chile en la República de Sudáfrica, Carlos Parker.