Líderes mundiales afirman que hay que “actuar ahora” refrendando su compromiso con la Agenda 2030

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En este crítico momento para el mundo, las voces del Secretario General, António Guterres; del presidente de la Asamblea General, Dennis Francis; y de la presidenta del Consejo Económico y Social (Ecosoc), Paula Narváez, hicieron un llamado a los líderes del mundo a volver a comprometerse con la Agenda de Desarrollo Sostenible en medio de la inauguración de la Cumbre de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

Los líderes mundiales adoptaron este lunes una declaración política en la que reconocen que los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) no se alcanzarán sin un impulso masivo a la inversión necesaria para lograr transiciones energéticas, alimentarias y digitales justas y equitativas, y para transformar la educación y la protección social en los países en desarrollo.

El documento se selló durante la Cumbre de los Objetivos de Desarrollo Sostenible que tiene lugar hoy y mañana en la sede de la ONU en Nueva York en el marco del Segmento de Alto Nivel del Debate de la Asamblea General.

La declaración renueva el compromiso con la acción inmediata y colectiva para construir un mundo sostenible, inclusivo, próspero y resiliente en el que nadie quede atrás para 2030.

El foco del documento es la implementación y, sobre todo, el financiamiento al desarrollo, para el que urge a asignar 500.000 millones de dólares anuales.

Además, manifiesta un sólido respaldo a la reforma de la arquitectura financiera internacional para que refleje las necesidades del mundo actual.

En esa línea, la embajadora de Chile ante las Naciones Unidas y también presidenta del Ecosoc, Paula Narváez, afirmó en la instancia que “El Consejo Económico y Social, con sus diversos segmentos, foros y órganos subsidiarios, está listo para apoyar los esfuerzos de los países para convertir los compromisos en acciones, para hacer realidad la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. El objetivo del Consejo será proporcionar una orientación de políticas transformadora, reforzando al mismo tiempo su papel como plataforma de rendición de cuentas para que el apoyo del sistema de las Naciones Unidas para el desarrollo sea mejor y más rápido”.

Según los declarantes, la arquitectura financiera internacional, incluidos sus modelos de negocio y capacidades de financiamiento, “debe hacerse más adecuada a su propósito, equitativa y receptiva a las necesidades de financiamiento de los países en desarrollo, para ampliar y fortalecer la voz y la participación de los países en desarrollo en la toma de decisiones económicas internacionales, las normas entorno y la gobernanza económica global”.

El texto se pronuncia también por un mecanismo eficaz de alivio de la deuda y subraya la necesidad de establecer un financiamiento privado a tasas más asequibles para los países en desarrollo.

La declaración busca, asimismo, impulsar la inversión en la transición a las energías renovables, promover el acceso a internet para todos, crear 400 millones de empleos decentes y ampliar la protección social a más de cuatro millones de personas.