Economía de Irán
La economía de Irán es una economía mixta, que conserva un voluminoso sector público, reducido en los últimos años de un 80% hasta por debajo del 50%. La economía iraní está dominada por la producción de hidrocarburos, si bien en la Bolsa de Teherán operan más de 40 empresas industriales.
Por su paridad de poder adquisitivo, Irán ocupa el decimoséptimo puesto entre los países del mundo, mientras que en un escalafón de países por producto interno bruto nominal, ocupa la vigésimo quinta posición. La mayor parte de las exportaciones iraníes y de los ingresos del Estado son de petróleo y gas natural.
La explotación del petróleo en el siglo XX ha provocado que tanto la extracción del crudo, su refino y la elaboración de productos derivados, sea la principal fuente de riqueza del moderno Irán. Actualmente Irán posee una amplia variedad de tecnología propia, con fábricas de automóviles, tractores y maquinaria en general.
La mayor parte de la población vive de un sector primario autosuficiente. Dado el carácter semidesértico de la mayor parte de su territorio, la meseta del Irán, tradicionalmente se ha desarrollado más el pastoreo que la agricultura. Predomina el ovino, con el fin de obtener lana para la tradicional elaboración de alfombras persas. En el escaso 10% de superficie que se estima apto para la agricultura, se cultivan cereales (como el trigo), el algodón y el tabaco.
Aparte de la industria textil, ha sido tradicional la pesca de perlas en la zona de Ormuz. El sector servicios y comercial está representado por empresas privadas de pequeño tamaño.
El notable progreso científico del país en años recientes se ha reflejado en diversos estudios y clasificaciones, el incremento en publicaciones científicas entre 1995 y 2004, llegando en 2011 a obtener el undécimo puesto a nivel mundial en publicaciones en campos como la Ingeniería química y la Ciencia de materiales y el décimo tercero en Energía, Química e Ingeniería, etc., campos en que ocupaba los puestos entre 46 y 54 en 1996.